Las cifras del paro dejan una nueva decepción para el pueblo de Bullas.
Son ya 1533 los desempleados y
desempleadas que soporta nuestra localidad,
107 más que el mes anterior, mientras su gobierno sigue colgándose medallas
y estafando a la ciudadanía con nuevas mentiras diarias.
Las últimas estafas vienen, una vez más, de la mano del incumplimiento de la promesa electoral de Pedro Chico, que prometió puerta a puerta la generación de 800 puestos de trabajo si accedía a la alcaldía. En su periodo ya se han destruido varios centenares de empleos.
Al final, en su mandato se constata la destrucción sistemática del tejido productivo local, la propaganda diaria y la falta de proyectos e ideas serios y realistas para el pueblo, como el Plan General de Ordenación Urbana, metido en un cajón por el gobierno del PP.
No obstante, hay una excepción a la tristeza, pobreza galopante y desigualdad que castiga a Bullas con este gobierno de la derecha, la excepción a la misma la constituyen los afiliados del PP, que son contratados a dedo y por puro amiguismo en el Ayuntamiento de Bullas. El último caso es la contratación del antiguo concejal popular Cristóbal Carreño, como tesorero municipal, cargo que ya desempeña en el Ayuntamiento de Moratalla, por lo que Pedro chico favorece de nuevo que los suyos tengan dos nóminas mientras el pueblo de Bullas cae en el paro y la pobreza. Esta operación supone un gasto innecesario para los bullenses y un nuevo desprecio a la pluralidad y a la situación de la ciudadanía por parte del gobierno que gobierna únicamente para su gente.
Las últimas estafas vienen, una vez más, de la mano del incumplimiento de la promesa electoral de Pedro Chico, que prometió puerta a puerta la generación de 800 puestos de trabajo si accedía a la alcaldía. En su periodo ya se han destruido varios centenares de empleos.
Al final, en su mandato se constata la destrucción sistemática del tejido productivo local, la propaganda diaria y la falta de proyectos e ideas serios y realistas para el pueblo, como el Plan General de Ordenación Urbana, metido en un cajón por el gobierno del PP.
No obstante, hay una excepción a la tristeza, pobreza galopante y desigualdad que castiga a Bullas con este gobierno de la derecha, la excepción a la misma la constituyen los afiliados del PP, que son contratados a dedo y por puro amiguismo en el Ayuntamiento de Bullas. El último caso es la contratación del antiguo concejal popular Cristóbal Carreño, como tesorero municipal, cargo que ya desempeña en el Ayuntamiento de Moratalla, por lo que Pedro chico favorece de nuevo que los suyos tengan dos nóminas mientras el pueblo de Bullas cae en el paro y la pobreza. Esta operación supone un gasto innecesario para los bullenses y un nuevo desprecio a la pluralidad y a la situación de la ciudadanía por parte del gobierno que gobierna únicamente para su gente.
Secretaría de comunicación
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