Por José María Ortega González
El diputado de IU y Alcalde de
Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo, se ha hecho famoso en las últimas
semanas por su participación en un acto simbólico de apropiación de productos
básicos en un supermercado para su reparto entre personas necesitadas.
Este acto, cuyo impacto
comunicativo ha sido muy relevante, ha desencadenado las iras de ciertos sectores
de la derecha, que ve en el asalto simbólico de Gordillo y su sindicato una
amenaza contra los años de privilegios de la gente de pasta en este país. Desde
el punto de vista de la comunicación hay que felicitar al Sindicato Andaluz de
Trabajadores, por diseñar unas acciones que superan el impacto publicitario de
cualquier campaña publicitaria privada.
Ciertos medios piden cárcel para el Alcalde
jornalero, piden que caiga sobre él todo el peso de la ley, una ley hecha con
mucho tino, ya en democracia, para no despeinar a ciertos privilegiados que no
roban arroz y harina, sino que expolian a diario la dignidad del pueblo
español, al que están desangrando desde arriba con subidas de impuestos, de IVA,
del precio de alimentos básicos,
eliminación de becas, cobro de medicamentos, eliminación de la cobertura
sanitaria para cientos de miles de trabajadores e.t.c .
Todas las medidas que empezó a
aplicar el PSOE y ha seguido aplicando el PP, no son más que robos cometidos
sobre los de abajo para tapar los
agujeros colosales creados por los directivos golfos de ciertos bancos y cajas.
Estos golfos han chantajeado y obligado
a sus trabajadores, a los de las cajas y bancos de nuestros pueblos,
para que convencieran a la gente para que se endeudara más y más, para que
pidiera préstamos enormes con la excusa de
cambiar de casa o coche; también para que invirtiera en fondos de ahorro
que al final han resultado ser otro robo a los pequeños ahorradores.
Los golfos y aquellos políticos que comen en su mano han
fomentado una orgía de lo material, con un dinero que no era de ellos, y han
hecho quebrar el sistema bancario a base de tanta irresponsabilidad. Ningún
directivo de estas cajas y bancos, que yo sepa, está en chirona, pero mucho me
temo que más de un jornalero del Sat, sabe lo que es dormir entre rejas por
coger arroz del Mercadona, supermercado,
por cierto, en el que yo compro, de momento,
y donde, el que se atreva a hacer una labor sindical, por muy básica que sea, se arriesga a verse de
patitas en la calle.
Y a todo esto, hay gente que no
se entera y se apunta al grupo de facebook creado para difamar al Alcalde
jornalero, o mandan mensajes a intereconomía pidiendo que Sánchez Gordillo se
pudra en la cárcel mientras los directivos de la CAM pasan su verano en
barquitos y chaletes, viajes y ferraris pagados con su gestión golfa. Y es que
hay gente tan tonta, tan ultratonta que ve como la están meando desde arriba y
sale a la calle a alegrarse de lo bien que nos viene la lluvia y de paso señala
a los que luchan para que no perdamos la poca dignidad que nos va quedando a
base de tanto expolio.
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